Pedro Roldán, presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa

Una defensa de la solidaridad interterritorial

El preacuerdo entre el PSC y ERC para la posible investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat incluye, entre otras cuestiones polémicas, la salida de Cataluña del Sistema de Financiación Autonómica Ordinario para pasar a uno similar al sistema de cupo del País Vasco o Navarra. Ello implicaría que Cataluña tendría una hacienda propia, que se encargaría de recaudar, inspeccionar y gestionar la totalidad de los tributos, con el consiguiente incremento de su capacidad de financiación a costa de la de otros territorios.
Conviene destacar que este acuerdo, negociado de manera opaca entre dos fuerzas políticas catalanas, fuera de los ámbitos parlamentarios, incluye elementos que afectan de manera significativa al corazón del modelo territorial español.

El Estado Social se fundamenta en un principio de redistribución de la riqueza, a través de un sistema fiscal progresivo, a fin de garantizar los principios democráticos de Igualdad, Cohesión y Solidaridad. Este principio opera tanto entre las diferentes clases sociales como entre los territorios, puesto que la riqueza y la capacidad económica de las diferentes comunidades autónomas obedece a factores estructurales e históricos, de la misma manera que la desigualdad de clase.

La quiebra de la solidaridad interterritorial incrementaría las asimetrías del Estado, perjudicando a la ciudadanía de las comunidades menos boyantes, socavando la cohesión, cebando los conflictos territoriales y la desafección política.

En el trasfondo de todo este debate subyace el viejo lema “Espanya ens roba”: la suposición de que la riqueza de un territorio emana no de factores geográficos, históricos y políticos sino de unas supuestas virtudes emprendedoras que lo diferenciarían de otros territorios, con idiosincrasia perezosa, a los que se ve forzado a financiar con sus impuestos. Estos argumentos, más propios de un youtuber andorrano que de fuerzas progresistas y de izquierdas, beben del mismo pensamiento neoliberal que esgrime la Comunidad de Madrid para justificar su dumping fiscal frente al resto de España.

Frente a todo esto, tenemos que alzar la voz en defensa de la igualdad, de una política fiscal progresiva, capaz de garantizar los derechos sociales, los servicios públicos y unas condiciones de vida equitativas para cada persona de nuestro país. Como decía Rousseau: “que nadie sea tan rico como para poder comprar a otro y que nadie sea tan pobre como tener que venderse”.

Por ello es necesario que el conjunto de la sociedad asturiana, con el Gobierno de Asturias a la cabeza, se movilice en defensa de la solidaridad entre los territorios de España y de una hacienda única, garante de la equidad y verdadera base de la Justicia Social.

Pedro Roldán, presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa

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